“Las aventuras del Tío Pelos, Pijasso y Shó!”
La sustancia de los sueños.
Lanzado en diciembre del 2011 en Guatemala por Junio Jocol
Cada unidad o registro de la actividad humana lleva consigo sus características y por ende el reflejo de su perfil, así el combustible primordial del alma y el corazón será el carburante onírico, de las espacios inflamables de inmersión en el sueño, de las imágenes que atraviesan nuestras horas cuando en duermevela asistimos a nuestro propio incendio en donde, atravesados por nuestro destino y camino, llegan a nuestro aliento los dibujos, luces y sombras que anhelamos corporizar en un mundo real.
Junio Jocol, con su guitarra erizada de un sabor agrio y dulce, recorre esas imágenes que lo han definido como un autor a contravía, a contrapelo de la estética plástica y delgada de la corriente pop, frágil y sin contenido que anega los medios de una Guatemala liquidada y agonizante. Su imagen tendida de aceras como un príncipe a contraluz dirige la mirada al rumbo errático y perdido de esta generación que sin percatarse avanza con ojos cerrados hacia la nada.
Y se niega a ser balsero, se niega a seguir el señuelo falso de la gran babilón, se niega a escarbar mas que buscar en los restos del silicón que desborda la fantasía del migrante que sigue atomizado el rumbo de la exclusión y la explotación.
Recién terminado el año, Junio Jocol con el lanzamiento de su disco “Las aventuras del tío pelos, pijasso y shó” desintegra torres y avioncitos, nos define como zombies por las telenovelas y el futbol, hambrientos de TV, ruega que no nos quiten el cable aunque estemos muriendo por hambre y señalando llagas, toma derecho el camino del desenfado y la crítica a las acciones y prejuicios del guatemalteco y en tono de mofa y denuncia se ríe en una carcajada que llega hasta el ultimo rincón del planeta de las ausencias y las ceguera de muertos que andando despojan a una nación de su alimento vital; sus creadores, sus músicos, sus escritores y demás artistas muertos de hambre.
Junio toma nuestra voz que no esta silenciada sino ausente y eleva una bandera única, con colores muy propios para redimirnos, a nosotros que estando fríos y que no sabemos que el calor que existe en este disco de ironía de sabor amargo y trozos de un cielo expropiado podría darnos la cantidad de electricidad justa para sacudirnos con lo que mas duele, con una denuncia justa, real, dolorosa y definida de un tipo libre y muy claro con lo que quiere; vivir haciendo su música y que al final de todo tiene algo que todos persiguen pero no lo saben y nunca lo entenderán; una sustancia muy clara de sueños hechos realidad.
Veremos mas adelante como van los cortes del disco…….
Por lo pronto queda la portada del libro y del disco.
Noviembre
Sábado 21 de enero 2012