viernes, 15 de febrero de 2008

Las horas de la rabia



Como si fuera un imperativo o como mínimo, un condicionamiento cultural, las actuales estancias de la percepción y manifestación sensitiva se encapsula dentro de arquetipos y conductas creadas y conducidas, en la mayoría de casos por un estilo y forma de vida de consumo. La identificación y las formas de reconocernos y relacionarnos son hechas en un laboratorio comercial y son muy sutiles a la hora de aplicarse.

A través de rosas de plástico y muchas veces tarjetas hechas para mercados masivos, tratamos de encontrar una rama donde agarrarnos para no caer al tremendo abismo de lo omitido. Por el temor de no ser aceptamos cualquier cosa, esperamso demasiado de cualquier otra persona que no sea nosotros mismos y en ese camino nos dejamos absorber por océanos de hábitos que se nos vienen encima desde el pasado y proyectamos con urgencia de agendas, teléfonos o escapismos hasta mucho más alla de nuestra existencia y los años que nos tocan vivir.


Pero no todo puede ser así, existen algunos que creemos que ver hacia dentro y explorar los universos personales pueden servir de algo, los que escriben, y hacen música pensando en que las mejores instancias son las más sencillas y desprovistas de ortopedias y rituales; una simple conjunción de letras y acordes de guitarra talvez basten para configurar mundos aún deshabitados pero listos para dar vida, talvez el dolor de las pérdidas y vacíos nos lleve a poder vernos, algún día directos, a los ojos sin necesidad de nada para entender que la vida se abre paso por si misma, que no es necesario regalar nada para poder decir en lo que se cree, Poder venir a decir hoy, aquí, que no todo está perdido, porque estamos los de siempre, llamando con un cuerno de cartón y papel periódico al que quiera acercarse a escuchar las letras y canciones de la ánima sola que viene esta tarde frente a ustedes en estas horas de rabia.


NOVIEMBRE

Guatemala. 14 de Febrero de 2008

3 comentarios:

Gabriel Woltke dijo...

chequeado, chequeado deme chance y lo amarro con el vínculo.

Unknown dijo...

Gracias por dejarme entrar en tu mundo de letras mi querido Noviembre, espero algún día poder verte a los ojos y decirte lo que me trasmiten tus pensamientos. Besos
Gio

anna g. dijo...

Que puedo decirte mi querido noviembre, detesto cuando mis dedos se entumen mientras intentan teclear mis sentimientos convertidos en codigos fonéticos, sentimientos provocados por ti mi dulce noviembre pues tienes el don de elevar el alma de quienes tienen el gusto de leer tu trabajo.

Te quiero mucho chejo y gracias por estar siempre ahí,
Alexia