jueves, 19 de mayo de 2011

Nos encontraremos en el centro parte 4

En alguna forma sé que tu sombra estaría cerca de la fuente, siempre llena de palomas y niños voladores que llenan el aire de la tarde. Tu figura tardía de recuerdos atravesará la sexta avenida como una voluta de humo de cigarrillo y yo me quedaré buscándote entre entre las puertas del Portalito, llenando mi tristeza con la viruta de las angustias que me desgasta la memoria del Parque Colón donde alguna vez nos escondimos, y su nombre de navegante extraviado.

Por algún pilar del Palacio de la Cultura te diluirías por las piedras verdes y tal vez y solamente hasta en ese momento comprenderé que estaría demás buscarte.

No podría porque simplemente sería imposible soportar las imagenes de pasados tormentos, y el corazón me desbocaría el alma por buscarte el corazón triste.

Y, llegará el día en que junto con la mañana, te encontraré en el lugar donde realmente no te has ido, dentro, muy dentro de mi, al caminar en esas calles y avenidas que me construyeron albañil de este trozo de papel en donde ahora escribo, extiendo el manto verde, el día que me amanece la certeza, de encontrarte aquí, en Centro Histórico de la ciudad... justo en el centro exacto de mi corazón.


Revista del Festival del Centro Histórico 2005.

NOVIEMBRE
(Entiendase el tal Sergio H. Briones D.)

miércoles, 18 de mayo de 2011

Nos encontraremos en el centro parte 3

Pero no hay temor de nunca encontrarte, porque tengo mucho y muchos a quienes preguntarles por ti. Para mi dicha y consuelo están los sillones, respetables abuelitos del Cine Lux en los cuales encuentro el consuelo de descansar algún domingo de mercado para ver la película de la tarde, aunque tu no estés conmigo. También la Avenida Centroamérica con sus filas de árboles con ramas bajas que te conocen y te esperan para llevarte al fondo de nuestra historia tan nuestra, tan espléndida y única que día a día aun sigue escribiéndose en las calles del Centro Histórico. Y si, son arterias citadinas, alegres y bulliciosas los domingos por las tardes, son así porque a fuerza de esperarte, se llenan de ilusión por el día que vendrás caminando, despacio y en silencio a encontrarme.

martes, 17 de mayo de 2011

Nos encontraremos en el centro parte 2

Por algún pilar del Portal del Comercio pienso que veré tu mirada, lo he presentido al pasar por el Pasaje Aycinena rumbo a la Plaza de La Constitución caminando al paso del tiempo que descansa entre las primeras notas de los árboles del Parque Central y sus merólicos inofensivos, los lustradores que despiertan al día, de las vendedoras de atol de elote y arroz con leche esperando la llegada de los clientes, ofreciendo vasos por unas monedas, pan con pollo o chile relleno, frijoles colados o mi melancolía por ti con un poco de sal para que sepa a algo.

Por algún rincón del Parque llegarás, tal vez por ahí, por el Parque de San Sebastián puede ser el lugar donde nos sentemos en una banca para ver a las palomas enamorarse sin tregua ni piedad, entre los niños que nunca se cansarán de correrlas, ni ellas de escaparse en una danza que lleva una eternidad sucediendo.

lunes, 9 de mayo de 2011

Encontrémonos en el centro


Y son calles, antiguas, largas y solidarias en la noche. También son luces casi perdidas que se amanecen entre los balcones de metales coloniales color tiempo; los años, aprisionados entre la vieja madera de soles eternos abiertos en flor de mayo.

El centro de la ciudad de Guatemala de la Nueva Asunción, historia y paredes testigos de pasos de generaciones y generaciones en búsqueda de la raíz y la razón y a veces, de la euforia que por extraño que parezca, algunas veces puedes ser camino.

domingo, 26 de septiembre de 2010

Cal y tierra:

Tal vez será que no te puedo decir

Mirando el rostro de la ciudad

La noche gris que me lleva lejos

Tal vez será esos hilos rojos

La sangre en la ciudad

En medio de este cuerpo las

Horas de la noche que me atraviesan

Talvez eso será

El mar de las nubes tan lejos

Y yo sobrevivo

a las horas del dolor

Talvez eso será

Me voy pensando en ti

Que te quedas acá donde

Ya no se puede respirar

Que no quiero estar aquí

Donde nadie sabe amar

Que deseo estar en otro lugar

Y voy viajando sin vos

Al final vestidos de cal

Llenos de tierra las manos

Obscuro el corazon

Hemos perdido la fe

Y al final quedaremos vestidos de cal y tierra

Todo lo que se necesita es cerrar los ojos y dejarse llevar por el río del dolor

Al mar del olvido ahogados en líquidos rojos, palpitantes

Necesitaremos muchos corazones que nos amen y no nos dejen otra vez

Limpiarme de la cal del fantasma

Y salir desde el centro de la tierra

lunes, 29 de marzo de 2010

Cal y Tierra

Cal y Tierra, para descender al inframundo del corazón. Hoy inicio la estructuración de este trabajo y por demas, casi no pasa nada en la tarde del Lunes Santo en la ciudad de Guatemala. Viento y Sal para ascender al azul del cielo que llueve de estrellas cada noche. Accedo a los campos (a veces minados) del alma y reflejo de tinta en verde oscuro que suelen ser las balsas de la vida en el mar del tiempo. Mi tiempo.

lunes, 13 de abril de 2009


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Estoy solo, ante los puentes que la gente tiende entre si y solamente para sí, veo la tarde que cae y las sombras que emergen silenciosas, a traves del puente una pequeña luz va abriendose paso como una guia y solitaria, se desplaza, talvez con mas miedo que yo, pero avanza, algo que yo no he hecho desde hace mucho tiempo.

¡¡¿¿Porque escribes??!!

Al pasar cerca, quema hasta los huesos y un viento oscuro se aleja revoloteando por las aguas de alla abajo; abre el espacio con una intensa luz, remanente, necias talvez las alas del ayer al oido respondiendo lo que pregunta mi corazón cansado: ¡¡Oye tu, el del lápiz y de los ojos lejanos!!, ¡¡Si, tu, el de las abstracciones!! ¡¡¿¿Porque Escribes??!!.

y caen las palabras como agua:

Por la vida, poesía, gente… somos nada ante el mundo, pero un mundo entero al mismo tiempo… lo mejor es no dejar nunca de ser, de creer, de dar, de soñar…


Me doy cuenta que me faltas y te busco, desesperado entre la gente, en el ruido. Pero es inútil, cuando me quedo solo, me quedo aún más solo por todos esos lugares que te busqué,  y por ti y por mí.

No hago sino esperar. Esperar todo el día hasta que me duermo y no estas y no has llegado y me quedo dormido y terriblemente cansado preguntando a la e que a veces le da por jugar a ocultarse… igual que a la razón o al amor… hay que darle chance no más. Porque en cualquier momento vuelves y acampas… nada esta perdido.