inmigrante,
por las calles desconocidas, una sombra que se esconde entre las grietas
exiliado,
bebiendo en tazas ajenas, los restos que nadie quiere y sólo el exiliado bebe
expatriado,
sofocado en timbres de otros idiomas, perdido entre multitudes ajenas
poblador,
con su país en el alma y en los ojos el dolor de la distancia, llenando espacios extraños
solitario,
con su tristeza entre la bolsa, el alma cansada y un profundo dolor en el pecho
desplazado,
en ciudades desconocidas, alma errante que muere por regresar a su tierra adorada
viajero
cansado de escapar y con hambre de la vuelta a casa, viendo al horizonte siempre
allá lejos, donde queda la casa con el patio de tierra, el chucho amarrado
y los patojos de la aldea corriendo descalzos, la pelota de trapo que es su felicidad
la iglesita blanca de cal y el parque lleno de ventas, tortillas y tamalitos con frijol
enlace permanente de una realidad que lo parte y angustia,
migrante
migrante
migrante
partido en pedazos
migrante
migrante
migrante
nube negra, amargo dulce, traza de metralla
migrante
migrante
migrantre
rayos a través del cielo, el desierto es siempre cruel
migrante
migrante
migrante
despojado, circular, eterno el camino sin final, los ojos amarillos del tiempo en el canal de la espalda
por unos dólares, hambre de la tierra, las raíces muertas de miedo y sed, el fantasma de tu gente
siempre, siempre, siempre, siempre, en el tiempo y en todo lo que haces
migrante
migrante
migrante
por un puñado de dólares, siempre, siempre, siempre. mirate migrante, mírate migrante
yo te veo