Accedí a despedazar las horas en miles de cristales
a remover los antiguos signos y beber los vacíos
ofrecer la nada que tengo a la hoguera de tu vientre
llegue a implorar la pira de esta religión de plástico
El "Vértigo" de Bernstein es, a esta suma de calcio y años
lo que un día fue el destino de sangre y fuego que me abrasó
que me llevó a lugares perdidos de universos y flores
lágrimas y espíritus quebrados que yo llamé amor
Acordé deshilar el alma que me diste en pedazos
y ahogarme en tus palabras de hiel y metal
también negarme respirar fuera de tu cuerpo
aspiré con flamas en los ojos, a morir en ti
pero nada fue como antes quise que el futuro fuera
te desvaneciste en pequeñas piedras en un río furioso
inventaste puertas y cuadros con diplomas colgados
y ahora pisas, para siempre los pasos que ayer diste
quise desarmar el destino y diluirlo en palanganas de agua
para bañarme en tu olor, ahogarme en tu sangre, reír la muerte
escuchar a Arjona en la radio y cocinar días en el horizonte
pero nada de eso es natural en mi, solo me queda el vértigo...
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