viernes, 14 de diciembre de 2012

Instinto 9

leo y releo a los escritores, intelectuales todos que se deshojan el buche en carismáticas rebanadas, que adolecen de falencias ortográficas y desbordan creatividad hasta por las costillas. Voy tratando de entender ese intelecto de humano-dioses que crean universos con aniquiladas almas, y nos ponen de culito, donde todos somos adictos, desviados y les debemos siempre sus dolores post-reumáticos espirituales, porque en la función, somos los otros, los ajenos los culpables de sus tormentos y demonios.

Veo y vuelvo a mirar las tremendas cosas que ellos escriben de todos y afino la mirada para lograr ver, en lo profundo de nosotros, esas tormentas que los intelectuales nos cuelgan al cuello, seduciendo la abstracción por sobre nuestra necesidad de frijoles, sexo, cagaderos y tortillas. Y por más que trato de entender, no llego, no llega a esta mente tan tercermundista, carente de grandes libros y epopeyas memorizadas, lograr ver la subjetividad que tanto alaban y se distribuyen entre ellos, para sí, los grandes de este país tan pequeño.

mientras tanto, las cosas van por la deriva, el dolor de estar vivo se siente en el pellejo (que casi es de papel ya) y la señora de la esquina no ha vendido sus tortillas con frijol desde hace tres días, los únicos papeles que se ven, corren calle abajo entre la basura que desborda y en algún rincón de la cuadra un niño llora inconsolable  en esta realidad tan objetiva, si alguien consigue un libro por estos lados, lo trata de vender antes de leerlo, es un analfabetismo ilustrado.

siento y vuelvo a percibir los poemas de los intelectuales, los que si saben escribir, entre una tortilla fría y granos de sal.... a ver como me va.



(imágen http://mivisiondelmundoyotrasideas.blogspot.com/2009/03/los-anos-de-plomo-y-la-resistencia.html)



(Gracias Junio, por esa vuelta de hoja y la renuncia al almanaque, al ataque y al remache, es importante olvidar)

Noviembre

1 comentario:

Anónimo dijo...

"demuestra que no eres un robot" con esto hiciste que yo me creyera por un segundo que no soy un robot